CATEQUESIS DEL BUEN PASTOR

La “Catequesis del Buen Pastor” es basado en sólidos principios pedagógicos, en la percepción y categorización del “potencial religioso del niño”, y en las orientaciones del Magisterio de la Iglesia sobre las exigencias de la catequesis infantil, el método pretende crear y poner a disposición del niño un espacio sagrado e interactivo en el cual, tanto el niño como el adulto, escuchan, conocen, meditan y celebran los misterios más esenciales de la fe cristiana, tal y como se nos revela en las Sagradas Escrituras y en la Liturgia de la Iglesia Católica.

 

El programa fue originalmente creado por la Dra. Sofia Cavalletti y Gianna Gobbi (discípulas de Maria Montessori) en los 60´s, y sigue siendo adoptado en muchas partes del mundo. Es también el método oficial adoptado por la Congregación de la Hijas de la Caridad, fundada por Santa Teresa de Calcuta, para la catequesis con los niños. Existen líderes de formación (“formadores”) para la Catequesis del Buen Pastor en Italia, México, Colombia, Estados Unidos, Argentina, y otros países.

 

En la Catequesis del Buen Pastor, los niños tienen un contacto directo e intenso con imágenes y signos sagrados propios de las parábolas y de los sacramentos, por medio de materiales diseñados especialmente para ese fin. Las realidades concretas presentes en la enseñanza del mismo Señor Jesús, y transmitidas por la Tradición viva de la Iglesia, “hablan” tanto o más que las propias palabras de los catequistas. De esa forma, el método logra suplir muchas de las carencias que solemos encontrar al aplicar los tradicionales instrumentos pedagógicos en la transmisión de la fe. En ese sentido, la formación en la Catequesis del Buen Pastor es siempre de naturaleza presencial, para que los participantes aprendan los elementos esenciales del método, el manejo de los materiales, puedan probar de las mismas experiencias de los niños e intercambiar vivencias.

 

Se provee de un ambiente llamado atrio, que es el lugar dedicado a la vida religiosa de los niños, recordando el espacio que, en la antigua basílica cristiana, servía de antecámara, en sentido material y metafórico, a la Iglesia. Para el niño se trata del lugar donde comienza a conocer las grandes realidades de su vida de cristiano, sobre todo, comienza a vivirlas en la meditación y en la oración. En la Catequesis del Buen Pastor el atrio es conocido como el lugar de trabajo de los niños. Es un lugar que debe facilitar el silencio y el recogimiento donde el niño y el catequista escucharán y meditarán juntos la Palabra de Dios.

 

La capacitación de los catequistas en el método del Buen Pastor también acompaña la progresión de los niños y niñas, y se divide en 3 niveles. Estos son:

  1. Nivel I dirigido a la formación de niños de 3 a 6 años;
  2. Nivel II dirigido a la formación de niños y niñas de 6 a 9 años;
  3. Nivel III dirigido a la formación de niños y niñas de 9 a 12 años.

 

El catequista que recibe esta formación tiene un compromiso de continuar desarrollando su experiencia y cercanía con el Buen Pastor, que es quién la llama a ser parte de este redil.

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